viernes, 11 de noviembre de 2016

Trump, Colombia, Brexit: ¿hay tanto tonto suelto?


“El primer martes después del primer lunes” deparó el inesperado triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, el mes pasado Colombia rechazó el acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC que ponía fin a más de 50 años de conflicto armado, anteriormente la mayor parte de Europa y gran parte del Reino Unido quedó estupefacta ante la decisión de los británicos de votar sí en el referéndum en contra de su permanencia en la Unión Europea. Llevamos ya una temporada importante en la que los medios de comunicación y las empresas dedicadas a la demoscopia ven como sus predicciones son rechazadas, una tras otra, cada vez que ciudadanos de diversas partes del mundo son citados a las urnas. ¿Será que el virus del atolondramiento se ceba con los ciudadanos que van a votar? ¿Y si es que no?

Pasó también en las últimas elecciones generales donde las empresa dedicadas a los sondeos pronosticaron un sorpaso de Podemos que no fue tal. Salvo en las elecciones vascas, hace tiempo que nadie es capaz de pronosticar con un nivel de acierto aceptable los resultados en una cita electoral. Es tal la situación de incertidumbre continúa con los sondeos que también en los Estados Unidos había quienes planteaban en los días previos a la elección que quizás las encuestas esta vez tampoco acertarían. Y así fue.

lunes, 31 de octubre de 2016

Barones, Nobleza y Forrest Gump


El sudoku ya está resuelto. Tras dos convocatorias electorales y 300 días en funciones Mariano Rajoy es de nuevo Presidente. Desgraciadamente.

Pedro Sánchez reconoció ayer en la entrevista con Jordi Evole que intentó formar un gobierno alternativo al Partido Popular, pero el grupo Prisa se opuso. Curiosamente un grupo de opinión que ha mantenido durante muchos años la bandera de la izquierda. Pero los tiempos cambian. La deuda del grupo Prisa con los medios financieros es impresionante y uno de los sus máximos dirigentes Juan Luis Cebrián ha sido descubierto en los papeles de Panamá. Sin embargo, sigue influyendo. Antes del lado de la izquierda, ahora al lado del dinero. Las deudas son las deudas, y se pagan. Sobre todo si habiéndote pillado con las manos en la masa quieres seguir jugando a ser influyente e impune en una sociedad corrompida desde el poder y donde el partido que gobierna está implicado "hasta las cachas".

sábado, 1 de octubre de 2016

No al Metro hasta el Aeropuerto


Mi primera intención fue titular este artículo “Metritis y Aeropuertitis”. Pero, cuando hablamos de inversión pública y son muchos los millones de euros que están en juego, creo que es mejor no andar con rodeos y decir claramente lo que se piensa.

Efectivamente, hay mucha parte de la opinión pública localista que sufre de “aeropuertitis”. Es decir, de la “enfermedad” de proponer la construcción/ampliación de aeropuertos sin tener en cuenta las necesidades reales la población que teóricamente se vería beneficiada de la nueva infraestructura. Ni mucho menos aún, el coste que para las arcas públicas entraña la propuesta. En un arco de, aproximadamente, 150 Kilómetros de Bilbao existen en la actualidad 8 aeropuertos de mayor o menor tamaño: Santander, Burgos, Logroño, Foronda, Hondarribia, Noain, Biarritz y Bilbao. Puedo decir que, por lo menos en relación a 5 de ellos, he oído en alguna ocasión a grupos de interés o instituciones públicas proponiendo la potenciación de su aeropuerto más cercano mediante la realización de inversiones para su ampliación o la subvención a compañías de bajo coste para que aterrizasen en sus pistas, sin valorar realmente el coste/beneficio de tales medidas. Fuera de este entorno se han dado auténticos despilfarros en inversiones en aeropuertos, baste recordar la cabezonería del aeropuerto de Castellón, o del de Lleida. O la pretensión, ya comentada en este blog, de quien en 2009 era Alcaldesa de Cáceres (95.855 habitantes) de que su ciudad necesitaba un aeropuerto. Por no hablar de las subvenciones Ryanair, en este caso también en Euskadi. Pero, parece que nadie escarmienta en cabeza ajena.

domingo, 18 de septiembre de 2016

El bloqueo de Santa Rita


"Parece mentira que políticos españoles desconozcan el sistema político vasco". Este comentario me lo hacía un amigo esta semana, en relación a las continuas afirmaciones en foros políticos, y también en tertulias periodísticas, en torno a que tras las próximas elecciones en Euskadi se puede producir un bloqueo como el que está haciendo que España lleve más de nueve meses con un Gobierno provisional (una situación ciertamente embarazosa). Mi amigo tenía razón y varios han sido los medios que han explicado cómo se elige en el Parlamento Vasco al Lehendakari de Euskadi. Un modelo en el que son los partidos los que proponen candidatos entre los parlamentarios electos y donde los parlamentarios votan después de haber escuchado a cada uno de los propuestos la presentación de sus respectivos programas. Es decir, proponen los partidos, puede haber varios candidatos, los candidatos tienen que ser parlamentarios y se vota de entre los propuestos dando un nombre, no un sí o un no.


Un sistema ciertamente distinto al español y, desde mi punto de vista, más democrático y eficaz. Sobre todo porque los candidatos los proponen los partidos políticos y no una institución intrínsecamente antidemocrática como la monarquía (no creo que sea habitual que la ciudadanía elija a su rey). Pero también, porque el procedimiento está regulado por un reglamento parlamentario, lógicamente el del Parlamento Vasco, reforzando el carácter parlamentario de la democracia vasca, y no nace de un texto legal como la sacrosanta Constitución Española con la dificultad que, según parece, tiene su modificación para atender necesidades internas, a pesar de que cuando las peticiones de reforma viene del exterior se modifique en un "pispás".

viernes, 8 de abril de 2016

Sus Señorias los Empresarios


Soy funcionario, y durante varios años estuve en la gestión política, como Concejal en Getxo primero y más tarde como Director General en la Diputación Foral de Bizkaia. He dedicado prácticamente toda mi vida laboral a dos profesiones que suelen ser puestas en entredicho por gran parte de la ciudadanía. Es probable que al decir la palabra funcionario lo primero que venga a la mente, todavía, sea la imagen de un señor detrás de un mostrador recogiendo unos papeles, muchas veces considerados innecesarios, para poder así realizar algún trámite burocrático cuyos plazos de resolución son más largos de lo que pensamos que debieran durar. Nos olvidamos entonces de que para que la sanidad, la educación, la seguridad, hacienda pública o el sistema judicial funcionen de manera adecuada es necesario un número muy importante de personas, la mayoría con status de funcionario o asimilado, cuyo trabajo ayuda a sostener nuestro sistema de bienestar y posibilita que nuestra vida se desarrollen dentro de unos niveles de calidad desconocidos en otras partes del mundo. Personas que tienen derecho a que se respete su régimen laboral Igual que el resto de los ciudadanos para los que trabajan a cambio de sus impuestos.

            No pretendo con este artículo reivindicar ninguna mejora de tipo corporativo, sino salir al paso de las críticas de Confebask en relación a la decisión del Gobierno Vasco de restituir al personal a su servicio la jornada laboral de 35 horas semanales que disfrutaba antes del inicio de la crisis. Una crítica efectuada hace ya más de dos meses, pero sobre la que quiero dejar constancia de mi opinión en este foro tras comprobar que, ni antes ni después de esta crítica sus señorías los empresarios ha manifestado opinión contraria alguna sobre situaciones que yo calificaría, al menos, como de poco éticas y que de manera directa o indirecta afectan también a los intereses públicos, por cuanto afecta a sus ingresos.

miércoles, 3 de febrero de 2016

La lista de los listos


           

El pasado día 23 de diciembre fue publicada la lista de aquellos contribuyentes del Estado cuya deuda superaba el millón de euros y tenían la misma en situación ejecutiva y no aplazada. Una publicación motivada por la modificación del artículo 95 bis de la Ley General Tributaria realizada en 2015 cuyo objeto, según su exposición de motivos, era la lucha contra el fraude y se enmarcaba dentro de los principios de transparencia y publicidad que deben regir la actuación de todos los poderes públicos para hacer efectivo el objetivo de establecer una sociedad democrática avanzada. Desde mi punto de vista un nuevo truco para no cumplir la exigencia de auténtica transparencia que se debe requerir de cualquier Institución Pública: saber en qué se gasta su presupuesto sí, pero también saber quién contribuye a su sostenimiento, quién no lo hace en función de su capacidad y, más aún, quién no lo hace.

lunes, 11 de enero de 2016

Sudoku Postelectoral

Han pasado ya veinte días de la celebración de las elecciones del 20 de Diciembre. Unas esperadas elecciones de las que se pensaba que supondrían, el final de la mayoría absoluta de un PP plagado de casos de corrupción, generador durante su mandato de un nivel de desigualdad social desconocido en la España post-franquista y ejerciente de un estilo de gobernar despótico con la oposición. Se esperaba también la irrupción en el congreso de los Diputados de nuevos partidos precursores de una “nueva política”, de una dinámica de acuerdos que restituyera a la sociedad su papel dinamizador de la vida política, haciéndola sujeto activo de la misma y no elemento pasivo soportante de la crisis económica y las desastrosas decisiones tomadas durante la última legislatura para combatirla. Por último, se esperaba el fin del bipartidismo generador en gran parte de los desmanes políticos sacados a la luz en los últimos años como consecuencia de cegueras voluntarias basadas en el “hoy por ti, mañana por mí”, o en el “y tú más” como respuesta defensiva que, tal vez, serviría en foros parlamentarios, pero que cada vez era menos soportada por la opinión de los ciudadanos. Pero, efectuada la votación, los resultados nos han dejado un escenario que, aunque a primera vista responde  a las esperanzas mencionadas,  algunos han denominado como el “caos perfecto” y para mí representan un auténtico sudoku de difícil solución.