El pasado sábado 7 de septiembre José Félix Azurmendi
publicó un artículo en DEIA bajo el título ”Los
historiadores vascos no están enfermos”, en él recogía que “Arzalluz eligió para mensaje último, si no
epitafio, que él, como Juanito Celaya, que es a quien se lo escuchó, se sentía
enfermizamente vasco” y apoyado una serie de datos recientes argumentaba
que el nacionalismo vasco, a diferencia de lo que está ocurriendo en Catalunya no
tiene historiadores de cabecera, es decir, historiadores que cuenten la
historia desde aquí y no como nos la quieren hacer ver y escribir desde el
Estado. Afirmaba también en ese artículo Azurmendi que “la mayor parte de nuestros historiadores profesionales y no pocos de
nuestros políticos parecen libres de esa enfermedad”. Parecería haber leído
el artículo que en el periódico de aquel día se publicaba a su izquierda. El
artículo no era otro que el que bajo el título “Gallinero”
firmaba el miembro del Euzkadi Buru Batzar del PNV Koldo Mediavilla, donde el
autor pegaba un repaso a las noticias existentes a la vuelta de vacaciones,
argumentando que el mundo parecía un auténtico gallinero. Para acabar su
escrito enumeraba las incertidumbres que oteaba en el horizonte temporal
próximo: “La desaceleración económica
advierte de una nueva crisis. La recesión en Alemania es ya un síntoma febril
del enfriamiento de la economía. La proximidad del Brexit duro. La guerra
comercial entre China y Estados Unidos. La delicada situación geoestratégica en
Oriente Próximo con Irán como protagonista.”. Y añadía: “Y, en casa, la Diada catalana, la próxima
sentencia a los imputados del procés, la corrupción popular…”. Por mucho
afecto que los abertzales tengamos con el nacionalismo catalán, la Diada y el
procés, no creo que ninguno de esos asuntos ni, menos aún, la corrupción
popular sean temas de nuestra casa. Seguramente fue un desliz, pero en otros
tiempos no se hubiese producido.
Está claro que Xabier Arzalluz tenía clara su enfermedad
desde hacía muchas décadas y que en cantidad de charlas, mítines y entrevistas
dejaba muestra de ello. Me gustaría traer a colación una entrevista que le
realizaron en abril de 1992 en el programa “Primera fila” de TVE1 periodistas
de renombre en la época como Fernando Onega, Juan Tapia y Antonio Franco,
siendo el moderador del programa Antonio Martin Benítez. Aunque las primeras
preguntas se refirieron a la detención en Bidart de la cúpula de ETA, Xabier
una vez más supo llevar el ascua a su sardina y a lo largo de la hora que duró
el programa dar una auténtica lección sobre los objetivos del nacionalismo vasco
y que éstos no tenían nada que ver con la existencia de ETA. Pero lo que me
hace invocar esta entrevista es que, estando a las puertas de la entrada del
Estado español en la Unión Europea, Xabier expuso con toda claridad (minuto 44)
que “aquel que tiene que besar la mano de
quien le da el pan nunca será libre” y que existía el riesgo de que “Europa entre aquí y no nosotros en Europa” y
que el
objetivo de Euzkadi era “situar nuestra
industria y nuestra capacidad productiva a punto” para no acabar como
camareros de Europa. No sé qué opinaría hoy en día viendo determinados
movimientos empresariales habidos en los últimos años y viendo también que el
modelo económico de Bilbao se basa casi únicamente en la promoción de eventos. Unos
eventos internacionales sí, de renombre, también, pero que únicamente dinamizan
el sector servicios y entre los que últimamente cada vez abundan más los que se
mezclan con la Marca España y son promovidos por instituciones cuyos políticos,
con sus hechos, parecen dar la razón a José Félix Azurmendi. Hace unos años
nadie se hubiese planteado desde instituciones nacionalistas traer la Vuelta
Ciclista a España a Euzkadi, ni mucho menos mezclar tal evento con el Athletic
Club, pero como decía, también en DEIA Julián Goikotxeta en su artículo “Argentina,
no; España,sí” “Teniendo en
cuenta la carga emocional que subyace en el fútbol, hay otra realidad que hace
unos años parecía imposible y ahora comienza a tomar cuerpo. La Vuelta Ciclista
a España entra y sale de Bilbao entre el fervor popular y en menos de un año la
selección española jugará la Eurocopa en San Mamés en otro ejercicio de
mercadotecnia de indiscutible sagacidad.”
Pero parece que estos hechos empiezan a ser considerados
como preocupantes por cada vez más vascos, hasta el punto de que otra miembro
del EBB, en este caso Mª Eugenia Arrizabalaga lo consideraba “Una
cuestión incómoda” que no obstante abordaba en su artículo publicado en
“Noticias de Gipuzkoa”. En él afirmaba que, tras la desaparición
de ETA, lejos de encontrarnos con la deseada “normalización política” que “exigía del Estado el reconocimiento de la existencia de ese mismo Pueblo Vasco
y de su derecho democrático a definir su futuro político”… “estamos siendo
testigos de la “normalización de la asimilación”: de considerar normal la
asimilación político-identitaria del Pueblo Vasco por parte de España.”
Formaban parte de su argumentarlo, no sólo la Vuelta a España y su salida de
San Mamés sino también el devenir de EITB y su línea informativa y de
programación donde el norte, a diferencia de lo que muchos pensábamos cuando se
creó el ente público, es Euzkadi y el sur a Andalucía. También repasaba las
incursiones del ejército español por nuestro territorio sin demasiada contraposición
institucional: el buque insignia y el buque escuela en Getxo, los guardiamarinas
en torno al altar de la parroquia de Getaria en una misa oficiada por el obispo
Munilla o unos 200 militares del Tercio Viejo de Sicilia en Arantzazu,
desfilando hacia la iglesia y, tras recibir la bendición, posando en las
escaleras del altar “con devoción castrense”. Como afirmaba la autora, “Lo más sorprendente es la aparente
“normalidad” con la que se ha recibido la invasión militar de un lugar
referencial en Gipuzkoa y simbólico en Euskal Herria, no solo para los
cristianos -que lo es, y mucho- sino también para el euskara, la cultura vasca
y el abertzalismo en general”. Quizás ahora los parámetros de medida de las
decisiones nuestros representantes de sean otros y que con tal de que a los
eventos acuda gente, deje pasta y se hable de nosotros aunque sea bien, vale
todo. En mi opinión no debiera ser así y me alegro de que Mª Eugenia
Arrizabalaga, como miembro del Euzkai Buru Batzar del Partido Nacionalista
Vasco, tenga una actitud de prevención ante esta situación.
La pasta, el dinero, el vil metal que todo lo puede y
todo lo compra, incluso voluntades, parece el principal motivo de la
asimilación político-identitaria denunciada por la miembro del EBB. Muchas
fueron las personas que ante la presencia del buque insignia de la armada
española en Getxo afirmaban que por lo menos los visitantes habrían gastado
dinero en ese municipio. Pero eso no deja de ser una anécdota ante otra serie
de medidas más importantes que están dándose en nuestra economía y la están
poniendo al servicio de terceros, sin una reflexión a medio o largo plazo de
las necesidades de este País y de en qué manos estamos dejando nuestra
economía. No se trata de volver sobre los temas de Kutxabank, Euskaltel, Gamesa
o ITP, ejemplos de pérdida de poder económico de nuestro País en empresas muy
importantes en su tejido industrial, de los que ya he expuesto mi opinión en
múltiples ocasiones. Se trata de saber, por ejemplo, en qué manos está el
Puerto de Bilbao y de qué manera estamos hipotecando nuestra economía y nuestro
medio ambiente en beneficio de terceros. Recientemente se
ha arrebatado a nuestro mar una superficie equivalente a 86 campos de
fútbol extraídos del monte Punta Lucero para dar respuesta a las demandas de
suelo cuando en la margen Izquierda y en la Zona Minera existen cantidad de
terrenos industriales con superficies superiores a esa en clara situación de
abandono desde hace muchos años y, también recientemente, se ha publicado que la
terminal de contenedores está en
manos de empresas chinas. ¿Es sostenible para nuestro País invertir
recursos públicos en un puerto controlado por empresas de otros países a costa,
además, de cargarnos nuestro medioambiente? Se trata de saber por qué una de
nuestras instituciones de referencia, la Diputación Foral de Bizkaia, que se
supone que tiene vocación de futuro y que debe hacer lo posible para que sus
presupuestos y su gestión no estén afectados por agentes económicos concretos, pretende
ocupar la antigua sede el BBVA en régimen de alquiler y no de propiedad. Un
edificio, perteneciente un fondo de inversión que recientemente se lo
había adquirido a la entidad bancaria, sobre el que se está procediendo a una remodelación
completa antes de su ocupación. Y todo ello mediante la gestión de empresas
públicas interpuestas. ¿Cuenta ya la operación, con los informes pertinentes de
los técnicos forales competentes? Se trata de saber por qué esta misma
institución ha tratado de modificar la fiscalidad, curiosamente, de los gestores
de fondos de inversión (y de alguien más) con absoluta falta de transparencia y
por qué sigue tratando de hacerlo. ¿Es seguro que los gestores de fondos de
inversión crean empleo, o las plusvalías que generan provienen en no pocas
ocasiones del despido de trabajadores? ¿Acaso no han creado y, afortunadamente,
siguen creando empleo los miles de pequeños y medianos empresarios que viven y
trabajan en este País? ¿Por qué, entonces, sólo se trata de minorar la
tributación de los gestores de fondos y no de los empresarios en general? ¿O lo
que se pretende es reducir más aún la presión fiscal de los empresarios en
general? Sobre decisiones económicas, como las expuestas, recientemente
adoptadas en nuestro País siguen existiendo
demasiadas preguntas y dudas que, al igual que se va a hacer con el tema
fiscalidad en Bizkaia de los gestores de fondos, debieran ser expuestas y
analizadas con luz y taquígrafos de forma que se pueda conocer con total
transparencia los supuestos beneficios de las medidas que se adoptan y
compararlos con los costes de todo tipo que las mismas acarrean. De esa manera
podremos ver si responden a los intereses de este País, del conjunto de sus
ciudadanos, o sólo responden a intereses financieros de grupos concretos.
Al de pocos días del fallecimiento de Gerardo Bujanda, Iñaki
Anasagasti reprodujo la carta que éste había escrito sobre Juan de
Ajuriaguerra en la que recordaba una frase que le dijo en 1951 “Atrévete a pensar y obrar, no en contra,
sino por encima y por delante de lo que hasta ahora has visto”. Creo que en
la actualidad Euzkadi debe reflexionar sobre su futuro y que para ello, como
también dijo Ajuriaguerra a Bujanda, necesitamos personas “con imaginación no imitadoras, personas provistas de ideas propias,
decididas, arriesgadas, sin pretensión de élite.” Personas que, en el
gallinero, en que se está convirtiendo la política actual, sintiéndose
enfermizamente vascos aborden sin complejos situaciones incómodas y sobre todo
quiten del mercado la vacuna contra esa bendita enfermedad y sustituyan a
quienes tras su administración han perdido el “konorte”. Personas que hagan que este País siga adelante sin tener
que besar la mano de nadie. Personas que hagan que Euzkadi recupere su norte.
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