“Alderdia gara” fue el lema utilizado por el Partido Nacionalista Vasco para convocar el último Alderdi Eguna. Un lema que, según sus organizadores, venía a destacar el papel fundamental que deberían tener las bases de EAJ-PNV en el proceso de reflexión interna cuyos ejes fundamentales se iban a anunciar el último domingo de septiembre. Sin embargo, algunos de quienes allí estuvimos, observamos cómo el “gara” dejaba de tener un sentido aglutinador, participativo, para pasar a tener el sentido contrapuesto al “zarete”. En vez de anunciar un proceso participativo, lo que Andoni Ortuzar hizo, desde la posición de ser “haiek” (él y el resto del Pleno del EBB) el Partido, fue dar el pistoletazo a una carrera de personas, personas y personas para obtener el poder en el Partido sin saber para qué se van a utilizar estos: el poder y el Partido.
El pistoletazo se dio pero, en mi opinión, aunque la carrera continúe, la salida fue falsa. Y lo fue porque se dio dos meses antes de lo que el “proyecto, organización, personas” hubiese determinado como lógico y porque corredores concretos han iniciado la carrera dopados con las tradicionales ayudas de las filtraciones periodísticas del, habitual en estos casos, “Señor Fuentes”.
Es
importante que quienes allí estuvimos, y los alderdikides que no pudieron
acudir a Foronda, nos sigamos creyendo y reivindiquemos el lema original, que
manifestemos que los afiliados somos el Partido y definamos qué Partido
queremos ser antes de iniciar cualquier carrera para elegir los líderes del
proyecto nacional vasco.
Un
partido político no se crea para ganar elecciones. Si fuese así no existiría ninguna
ideología. Todos venderían lo que la sociología dice que el pueblo quiere oír.
Y en alguna medida eso es lo que está pasando en la política actual, donde lo
que se lleva es la adopción de medidas populistas o “políticamente correctas”
olvidándose cada cual de lo que es su razón de ser, su ideología. Esto es en
parte, en mi opinión, lo que ha llevado al descalabro electoral a EAJ-PNV en
las últimas citas electorales.
Los partidos
políticos se crean para hacer partícipe a la sociedad de un proyecto de tipo
nacional o social (o una combinación de ambos), y tratar de convencer a los
ciudadanos que la componen de que ese proyecto es el mejor para su futuro y, como
consecuencia de ese convencimiento, la ciudadanía vote a sus candidatos y gane
elecciones. A Sabino Arana le costó esfuerzo ganar elecciones, pero fue capaz
de convencer, incluso a quienes en Larrazabal le criticaron, de que su proyecto
era bueno para los bizkainos, en primer lugar, y también para el resto de los
hermanos vascos, proclamando aquello de “Euzkotarren Aberria Euzkadi da”. Y
dando pasos poco a poco, pero con ilusión y mucho trabajo por su parte consiguió
que el partido que creó fuese referente en Euzkadi y que tras su muerte bajo su
liderazgo ese Partido se fuese dando forma a la institucionalización de un País
desde el respeto a la historia de cada uno de los Territorios que lo conforman.
No es casualidad que los Estatutos de Autonomía de Estella, el aprobado en la
República y el de Gernika tuviesen sustratos confederales en su configuración
institucional.
Si su
objetivo fuese ganar elecciones nadie se hubiese afiliado al PNB en Ipar
Euzkadi (me encantó volver a oír ese término en Foronda). Seguro que en
cualquier partido francés nuestros candidatos hubiesen conseguido escaños mucho
más fácilmente. Pero, decidieron afiliarse al PNB, diseñar una magnifica
campaña electoral y recorrer en bicicleta Lapurdi, Benafarroa y Zuberoa
exponiendo pueblo a pueblo su mensaje en las elecciones europeas y volverlos a
recorrer en las recientes elecciones generales francesas. Sus resultados, aunque
muy escasos, van creciendo poco a poco y han resultado determinantes para que,
por primera vez, un candidato abertzale consiguiese sentarse en la Asamblea
Francesa. Un candidato abertzale que, curiosamente, concurrió a las elecciones
ocultando sus siglas bajo las de un partido francés que está en contra del
euskera.
Oculto
bajo otras siglas, por uno u otro motivo, ha concurrido el Partido Nacionalista
Vasco en Navarra en la mayoría de las elecciones convocadas en ese Territorio desde
que, a la salida de la clandestinidad, y con gran disgusto por parte de D.
Manuel de Irujo, se concurriese en las elecciones generales como Unión Autonomista
Navarra al Congreso o Frente Autonómico al Senado. Hoy son las siglas de Geroa
Bai las que permiten a afiliados del Partido Nacionalista Vasco conseguir o
permanecer cargos institucionales que en algunos casos suponen una grave
transgresión de la incompatibilidad vigente con carácter general en EAJ-PNV
entre cargos internos y públicos. Y, pese a que la tendencia electoral sigue
claramente a la baja, se optó por volver a ocultar las siglas PNV en las
elecciones europeas haciendo que el propio Partido dividiese más el País a la
hora de la campaña electoral que lo que lo hace la legalidad internacional al
mantenernos divididos entre los estados español y francés. El resultado es el obvio
con estos mimbres: en Navarra casi no se oye Partido Nacionalista Vasco y mucho
menos Euzkadi.
Debe
ser estratégico para el Partido Nacionalista Vasco reforzar todo lo que supone
Euzkadi-Zazpiak Bat, como se apuntó en varios de los discursos de Foronda, y
para ello hay que potenciar la visión global y no troceada del País. Euzkadi
como ocurre con Irlanda, no puede dejar de avanzar en el desarrollo de su
construcción nacional, como tal Euzkadi, por el hecho de que sus “Irlandas del
Norte” (Navarra, o Ipar Euzkadi) no formen parte del entramado institucional
creado para ello, bien porque se haya jugado mal la partida de su prevista y
posible incorporación a la casa común (Navarra) o porque la división de nuestro
País en dos Estados lo haya impedido hasta ahora. Recordando que fue Sabino
Arana en creador de la palabra abertzale, se trata de que los “abertzales
primigenios”, los jeltzales, abertzalicemos las instituciones en las que
gobernamos y no de que por gobernar calquemos en el Partido las divisiones
territoriales y otro tipo de tics institucionales. No se trata de que Navarra
se integre en la CAV, sino de que Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra compartan
un futuro político juntas y con vocación de incorporar a Laupurdi, Benafarroa y
Zuberoa. Y, sobre todo, se trata de dejar claro que nuestro objetivo no es
buscar encaje en España, sino buscar nuestra integración como otro estado en
Europa.
Esto
es básico para poder abordar el conjunto de las políticas sectoriales a las que
nos enfrentemos como abertzales. A ningún abertzale se debería ocurrir hablar
de acuerdos culturales entre capitales del norte cuando habla de Bilbao o
Santander, sino que debiera pensar en acuerdos entre Bilbao o Donosti con
Baiona. A ninguna televisión pública dirigida por abertzales se le debiera
ocurrir potenciar un torneo de pelota denominado “Hiru hiriburuak” cuando de lo
que se trata es de que Euzkadi pueda participar como tal, agrupando a vascos de
cualquier territorio, en los campeonatos mundiales de pelota. No es entendible
que quienes concurren en listas abertzales pongan dinero de las instituciones
que gobiernan para que San Mamés sea sede de una Copa del Mundo de Futbol de la
mano de “Marca España” mientras la correspondiente Federación Española, con la
colaboración de otros supuestos abertzales en la vasca, impiden que Euzkadi
pueda participar en esa competición. No es entendible que mientras antaño se
trataba de impedir que la Vuelta
Ciclista a España circulase por carreteras vascas hace unos años se pusiera
dinero para que pasease por Bilbao la bandera española acompañando a una
competición en la que la Policía Nacional, que queremos que deje de estar en
Euzkadi, formaba parte de su “caravana comercial” y ello mientras a la
Ertzaintza se le impide su desarrollo como policía integral.
La
Ertzaintza, otra institución creada en base al ideario ideológico del Partido Nacionalista
Vasco que está cayendo en el asimilacionismo institucional reinante. Del “que
se vayan, se vayan, se vayan” hemos pasado a que, en el plazo de menos de un
mes, la Policía Nacional haya hecho una exposición de su actividad en una
céntrica plaza de Bilbao con declaraciones a los medios como “Un buen tédax
tiene que ser un mejor terrorista, ir a un “chino” y poder hacer 10 bombas”, la Guardia Civil de la Comandancia de Vizcaya
(sic) hiciera una jornada de puertas abiertas en el muelle Ramón Sota donde
“los más jóvenes iban a poder interactuar con equipamiento antidisturbios, el
robot desactivador de explosivos o los drones” y por último la gran parada
militar de la Guardia Civil el día de su patrona se celebrara en la Plaza Nueva
de Gasteiz. Todo ello claramente educativo para nuestros jóvenes. Les pueden
enseñar a ser terroristas, a jugar con material antidisturbios y a saber quién
manda aquí, porque la Guardia Civil como organización militar que es, es la que
está llamada a salvaguardar en caso necesario “la sagrada unidad de España”
como lo demostró en el “procés” catalán. Y todo ello sin que ningún abertzale
desde las instituciones o desde el Partido dijese ni pio sobre la impresionante
regresión competencial que apuntaron dichos eventos. Me gustaría que sus
actuaciones en Euzkadi se limitasen a lo estrictamente necesario para cumplir
con las competencias que no tiene asignadas aún la Ertzaintza y que las que
ésta no tiene se le transfieran cuanto antes para poder abordar, antes de que
nos pille el toro, una política de seguridad que ponga freno al incremento de
peleas navajeras y refriegas balísticas en nuestras calles. Y, sobre todo, me gustaría que, lo mismo que
se exige a la autodenominada izquierda abertzale que reconozca el mal causado
por el terrorismo en Euzkadi, se exija a la Guardia Civil y a la Policía
Nacional, cuando se exhiben públicamente, iguales pronunciamientos, en relación
con sus actuaciones durante la dictadura franquista y bajo el supuesto Estado
de Derecho actual que también sembraron terror entre la ciudadanía. Y que se
vayan cuanto antes.
Otras
instituciones fundamentales en nuestro entramado institucional son los grandes
desconocidos Concierto y Convenio Económicos gracias a los que se sustentan el
conjunto de políticas públicas de Euzkadi. Y es importante utilizar bien el
Concierto para el desarrollo del País, pero como me decía recientemente un gran
conocedor de las haciendas vascas, no tiene sentido que, desde el lado del
gasto, Gobierno Vasco esté desarrollando unas políticas socialdemócratas,
mientras desde el ingreso las Haciendas Forales potencian políticas liberales.
Unas políticas que hacen que, en nuestro País también, los ricos sean cada vez
más ricos y los pobres más pobres. Políticas que hacen que quienes menos tienen
paguen continuamente por adelantado su IRPF con la engañifa de que luego
Hacienda se lo va a devolver rápido cuando haga su declaración, mientras los
que más tienen lo pagan tarde, mal y, clarísimamente, en menor cuantía de la
que debieran hacerlo con un sistema tributario con mayor equidad.
Debemos
saber si queremos seguir con el apoyo al turismo y convertirnos en un País de
camareros, de escenario cinematográfico, y de parque temático o queremos
potenciar la industria. Hay que repasar las políticas de apoyo a las empresas de
Euzkadi, para que en el futuro las ayudas institucionales que se les presten
garanticen el arraigo y el empleo de las mismas en nuestro País y no se puedan
utilizar para que sus dueños las desarrollen y las vendan al mejor postor
quedándose ellos con las plusvalías generadas mientras el País se queda con las
cargas económicas y sociales de los “ajustes” generados por las desubicaciones
de los negocios tras la venta. Necesitamos ser pioneros, sí, y estar al día de
los avances tecnológicos que surgen en el mundo, por supuesto, pero siendo
conscientes de que vivimos en un pequeño País que depende básicamente de su
capital humano y que por ello es mejor ser un campeón oculto y seguir siendo
dueños de nuestro futuro que alardear de grandes éxitos para que los grandes
poderes económicos mundiales acaben comprando nuestras empresas y condicionando
nuestro futuro.
Estos
y otros temas, como la sanidad, la vivienda o el futuro del euskera en nuestra
sociedad, con los continuos ataques judiciales contra él, o la devaluación de
que es objeto por nuestras propias instituciones cuando a cualquier plan de futuro
o “moderno” se le pone nombre en inglés y no en euskera, son los que se debieran
haber abordado en el proceso de reflexión abierto en EAJ-PNV que culminará en
su Asamblea General antes de elegir a sus dirigentes, en vez de haber puesto en
marcha algo que se parece mucho al juego de la silla para seleccionar a
afiliados y afiliadas en los cargos Territoriales del Partido.
Alderdia
Gara. Como proponía en mi anterior artículo, instemos la paralización de los
procesos electorales abiertos hasta que hayamos definido qué Partido queremos tener
y con qué organización, para que después elijamos a quienes hagan que nuestras ideas
penetren en la sociedad de modo que nuestros candidatos vuelvan a ganar
elecciones en el futuro y con ello ejercer el poder en post de nuestros objetivos.
Si no, serán los que realmente detentan el poder en la sociedad los que decidan
por nosotros y acaben con el Partido y con Euzkadi, Euzkotarren Aberria.
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