Este era el título que pensé que debería haber puesto al post “Dónde vas
Kutxabank” después de haberlo publicado el pasado día 5 de Febrero. Creía que
quizás reflejaba mejor lo que entendía que estaba en cuestión tras la
sugerencia del presidente de FROB, Antonio Carrascosa, para que entrase un
accionista privado de referencia en el capital de la entidad financiera con el
fin de que pudiera “jugar en primera división”. No pensaba entonces que volvería
a escribir sobre el tema, al menos tan pronto.
Pero
a lo largo del mes de Febrero, el futuro de Kutxabank ha salido bastantes veces
a la palestra. El día 8 Deia recogía una entrevista al Diputado General de
Bizkaia, José Luis Bilbao cuyo titular era: “Me
gustaría que Kutxabank siguiera siendo de la sociedad vasca y apostara por este
país”. El domingo 16 era Itxaso Atutxa, Presidenta del Bizkai Buru Batzar
del PNV, esta vez en El Correo, la que se afirmaba: “Tendremos que medir cuál es el objetivo para el que tiene que existir
el banco y eso determinará en qué liga tenemos que estar y no tanto el que
seamos astros brillantes de esa primera liga del concierto bancario del Estado”.
Importantes referencias ambas, teniendo en cuenta la influencia que la propia
Diputación Foral de Bizkaia, en su calidad de Entidad Fundadora, como el
Partido Nacionalista Vasco tienen en la BBK, al ser militantes suyos mayoría en
sus órganos de Gobierno y al ser la BBK con el 53% de Kutxabank el accionista
mayoritario del banco.
Desconozco si por este motivo, o simplemente porque así estaba previsto de
antemano, el pasado viernes fue el propio Presidente de la entidad Financiera,
Mario Fernández, quien en un acto organizado por la Comercial de la Universidad
de Deusto, fijó criterio en relación a este asunto. Un criterio que bajo el
pretexto de cumplir la Ley llevará, a mi entender a no muy largo plazo, a la
deslocalización definitiva de Kutxabank como ya ocurrió antes con el BBV.
El hilo argumental de Mario Fernández, amplificado convenientemente por el
grupo Vocento en sus ediciones del fin de semana, se basa en los siguientes
argumentos:
- A partir de noviembre la
supervisión del sector ya no va a venir del banco de España, sino que pasará a
manos del Banco Central Europeo.
- La troika ha obligado a
que las cajas se trasformen en fundaciones bancarias y a que deban de perder la
mayoría en su banco en un plazo de 5 años.
- La normativa internacional
sobre solvencia y calidad de los activos de la banca se ha endurecido
perjudicando a las cajas al penalizar las participaciones industriales de
éstas.
- Tenemos que mantenernos en
la primera división de las entidades financieras y para ello necesitaríamos
llegar, creciendo, hasta los 150.000 millones de activos. Ello implicaría
doblar el actual tamaño, adquiriendo alguna entidad nacionalizada, efectuando
alguna compra o mediante alguna otra opción de ingeniería financiera.
- Los actuales bancos están
controlados por grupos con participaciones muy inferiores al 30%. Si las cajas
se ven obligadas a perder el control, una opción para mantener en Euskadi la
capacidad de decisión podría venir de alguien de Euskadi que quiera entrar como
accionista, siendo las entidades privadas de previsión una posible alternativa.
- Por último, el banco debe
dedicarse a lo suyo, al negocio tradicional, a coger dinero con una mano y
prestarlo con la otra. Por ello sería interesante la creación de una nueva
compañía, por parte de las tres cajas, que mantenga la cartera de las empresas
participadas, con el doble fin de que obtengan ingresos distintos a los
dividendos del banco y se pueda mantener una opción estratégica de país, como
ya ha hecho La Caixa.
No seré yo quien proponga un
incumplimiento de la Ley, pero sí quien me una a la, cada vez más importante
corriente crítica, de quienes piensan que últimamente las leyes, y sobre todo
las económicas, son hechas a espaldas de los intereses de la ciudadanía.
¿Alguien ha votado alguna vez a los componentes de la troika? ¿Cómo se les pide
responsabilidades? ¿Para qué sirven las elecciones si estamos al dictado de los
poderes económicos? ¿Es esto democracia? Los partidos políticos, en general,
debieran reflexionar seriamente sobre este tema.
Pero, volviendo al tema
Kutxabank, me parece interesante la idea de devolver a las cajas el control
sobre la cartera empresarial que han ido acumulando a lo largo de sus años de
existencia; más en un momento en el que, según parece, dicha actividad penaliza
los resultados de su banco´; y más todavía, porque el propósito del banco
parece ser el de dar entrada a nuevos accionistas cuyos intereses, no nos
engañemos, a largo plazo poco tendrán que ver con los de quienes decidieron
apostar por empresas de esta tierra. Porque, una vez puestas las acciones en
bolsa, el banco se regirá por las reglas de las mayorías de capital que, como
es sabido, no tiene patria y donde, si el objetivo es que las cajas mantengan
el 30% del banco, habrá quien intente superar ese porcentaje para quedarse con
el banco. ¿Nos hemos olvidado de la guerra que hubo durante el gobierno de
Aznar por el control de Iberdrola? ¿Y de la última intentona de la ACS, de
Florentino Pérez, que casi hunde su empresa por hacerse con la eléctrica?
En el mundo de los negocios
como en la naturaleza, el pez grande se come al chico. Por eso, es importante
no hacer alarde del tamaño no vaya a ser que te vuelvas peligroso o apetitoso,
que en este caso viene a ser lo mismo, y algún tiburón de los mercados
financieros te coma como a un panchito.
Por otro lado, son bastante
conocidas las consecuencias negativas que han traído para empresas como
Eroski o Fagor una estrategia de crecer por crecer, o de crecer como medio de
resolver problemas internos latentes. Sin embargo, Kutxabank nos plantea ahora
que quiere doblar sus activos (más que doblar si se tiene en cuenta el traspaso
de las participaciones empresariales a la nueva sociedad a crear por las cajas)
abriéndose a nuevos territorios y accionistas. Eso sí solicitando que las
entidades de previsión social de aquí les ayuden en su objetivo para mantener
su arraigo. O sea, sigue el dictado de las leyes del Capital, que no tiene
patria, y pide el capital de la patria (el destinado por cada ciudadano para su
jubilación) para colaborar con la estrategia aventurera de una entidad
financiera que considera pequeño su ámbito de actuación actual y pretende
abrirse a otros territorios. Me parecería de broma si no fuese porque alguien
está pensando muy en serio en seguir esta estrategia, jugando con los ahorros
de los ciudadanos de este país.
N o S, No o Sí al País, Bank o
Bask, Kutxabank o Kutxabask, eso es
lo que está en la cuestión.