Es
cierto, para que ello sea posible, en el Proyecto de Ley, que ya ha pasado el
trámite del Congreso, se establecen dos supuestos: que sea un deporte de
arraigo histórico y social, o que la federación vasca estuviese reconocida y
compitiendo en el panorama internacional previamente a que lo hiciese la
federación española. Dos condiciones que apuntaban directamente a dos
especialidades deportivas, la pelota y el surf, pero que abría la puerta a que
otros deportes pudieran seguir el mismo camino como así lo expuso el portavoz
del Grupo Vasco en la Comisión del Congreso.
Qué
duda cabe de que, para muchos, al no estar incluido el denominado deporte rey,
el logro parecía escaso. Sin embargo, no era esa la opinión de personas que
formaron parte de la negociación de la enmienda en cuestión, ni de otras muchas
que empezaron a poner en valor el arraigo del futbol en nuestro País
argumentando para ello la antigüedad del Athletic Club, el porcentaje de clubs
vascos que tomaron parte en las primeras competiciones oficiales o que muchas
de estas se organizaron por Federaciones creadas antes de que surgiera la
Federación Española de Fútbol y que, incluso,
convivieron con ella una vez creada. Por supuesto, en la argumentación no podía
faltar la selección de Euzkadi que recorrió Europa, con
gran éxito deportivo, tras la victoria de la rebelión militar franquista y que compitió
en la liga de México. No se olvidaba tampoco en estos foros el acuerdo adoptado
por la Federación Vasca de Fútbol (FVF-EFF) el 12 de diciembre de 2018 en
virtud del cual formalizó ante la UEFA su solicitud de ingreso en dicho
organismo como federación independiente de la Real Federación Española de
Fútbol. El arraigo existe, sin duda.
Si a
lo anterior añadimos que esta misma semana va a comenzar el (vergonzoso)
mundial de Qatar y que nuestros jugadores están libres de competición oficial,
quien más quien menos esperaba que los actuales dirigentes de la FVF-EFF
hubiesen preparado algún torneo o, cuando menos, algún partido con selecciones,
apeadas de la competición, del nivel de Italia, Colombia, Irlanda, Noruega o
Escocia. Tal era la expectación en el ambiente que un tuitero se lanzó a
publicar (previa nota aclaratoria) una serie de tuits con sus sueños al
respecto y así con el hashtag #EsnatzekoGaraiaDa lanzó el primero de ellos: la
(supuesta) contratación de Mendilibar como nuevo seleccionador de Euzkadi. La respuesta en una sola tarde
fue espectacular. Me gustas, retuits y múltiples comentarios en la propia red y
en grupos de WhatsApp diversos pusieron de manifiesto las ganas de volver a ver
a nuestra selección de futbol (la verde, blanca y roja), que permanece ausente
de los campos desde que jugase su último partido en 16 de noviembre de 2020, hace
ahora dos años. Fue tal la expectación que al tiempo que el tuitero en cuestión
lanzaba su segundo sueño, un partido en San Mamés contra Colombia el próximo 9
de diciembre, publicaba también en su cuenta el motivo de sus tuits, la denuncia
del silencio existente en la FVF-EFF y su invitación a periodistas, políticos,
deportistas, tuiteros y a todos los aficionadlos a poner de nuevo en el centro
del debate la reivindicación de una selección vasca que compita de tú a tú en
los eventos oficiales internacionales.
La
cruda realidad es que a la actual directiva de la FVF-EFF la oficialidad de
nuestra selección se la trae al pairo. De una manera irresponsable dejó que
pasasen los plazos de recurso a la resolución de la UEFA en contra de su
admisión como miembro de pleno derecho. Hace dos años que no se celebra un
partido de la selección masculina y cuatro desde su último partido en Euzkadi. Pero,
los actuales directivos, como auténticos troyanos, han estado ocupados en colaborar
con la Real Federación Española de Fútbol en la organización del Campeonato
de España de Selecciones Autonómicas, donde Euzkadi, en lugar de
enfrentarse a Italia, Colombia, Irlanda, Noruega o Escocia, tiene como rivales
a Extremadura o Baleares (con mis respetos a estas autonomías, por supuesto). Así lo hemos visto, cuando de la mano del
Ayuntamiento de Urduliz han presentado el torneo a celebrar entre el 18 y el 20
de este mes. Como ocurre en estos casos, el alcalde, Javier Bilbao (EAJ-PNV),
ha recibido el evento con ilusión hablando de una oportunidad que puede suponer
para la hostelería del municipio. Está claro que cuando algunos hablan de
patria confunden la vasca con la tasca o la pasta.
Creo
que es hora de empezar a criticar públicamente no sólo la incoherencia de unos
directivos que actúan en sentido contrario al mandato de su asamblea, sino la
de los representantes públicos que, albardando sus decisiones con un supuesto
beneficio económico para sus municipios/territorios, no dudan en traicionar los
principios del partido que les da soporte electoral e institucional. El caso
del alcalde de Urduliz no es el único. El Ayuntamiento de Bilbao, presidido por
Juan Mari Aburto (EAJ-PNV), ha solicitado que San Mamés sea sede de un
campeonato mundial de fútbol en una candidatura conjunta de España y Portugal
para la que, sin duda, habrá que aportar dinero de bilbaínos, bizkainos y
vascos y “colaborar estrechamente” con la Real Federación Española de Fútbol,
la misma que pone trabas para que la Federación Vasca tenga representación
internacional.
Como
pedía en su reflexión el tuitero al que me he referido antes, es hora de
despertar y exigir a todos aquellos candidatos que se presenten a las próximas
elecciones municipales al amparo de siglas abertzales que sean coherentes con
el significado de dicha palabra y se comprometan antes de las elecciones a dejar
de financiar eventos de quienes, en cualquier ámbito, en este caso en el
deportivo, impiden nuestro desarrollo internacional como País diferenciado.
Sobre todo, a los que vayan bajo las siglas del partido fundado por Sabino
Arana creador del concepto “Euzkotarren Aberria Euzkadi da” y de la palabra abertzale.
Despertemos
y evitemos elegir a más troyanos en deporte y en la política.
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