viernes, 29 de marzo de 2013

¿Sanidad o ladrillos?

            Esta u otra elección parecida, era la que se nos ofrecía a los estudiantes de primer año en la Facultad de Económicas de Sarriko, para ilustrar aquello de que la Economía es la Ciencia encargada del estudio de la asignación eficiente de recursos escasos susceptibles de usos alternativos.

            Pero no es la Ciencia Económica, ni el reparto de asignaciones entre las diversas partidas de los  Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Euskadi, tan de actualidad en estos días, lo que me ha animado a escribir este artículo. O, al menos, no directamente.

            El origen no ha sido otro que una noticia leída el pasado viernes en la prensa local. Según la misma, el Consejo de Gobierno de la UPV-EHU acababa de aprobar una reducción en el “numerus clausus” de la Facultad de Medicina para el próximo año, pasando de alumnos de los 350 inscritos en el curso pasado a los 250 que estiman como oportuno inscribir para el próximo curso. La noticia añadía que también la Escuela de Enfermería de Donosti y la Facultad de Odontología podrían ver reducido su número de alumnos, si se llevasen a efecto las pretensiones del citado órgano universitario. No obstante, la última palabra la tendrían, según la misma información, el Gobierno Vasco y la Conferencia General de Política Universitaria.



            El motivo de tal decisión se explicaba en el incremento de alumnos que ha provocado un colapso del centro, según se recogía de fuentes de la Asociación de Estudiantes de Medicina. La noticia se ilustraba con una foto de un pasillo de Medicina cerrado por la caída de cascotes del techo.

            Este interés por reducir el número de alumnos por parte de la UPV-EHU no es nuevo. Ya lo intentó para el inicio del curso actual, chocando con la opinión del anterior Gobierno Vasco, representado por el ex-Consejero Bengoa (PSE-EE) en la cartera de Sanidad, y parece que este año se enfrentará también con la opinión contraria del actual Consejero Sr. Darpón.

            Lo increíble de este caso es que el máximo órgano de Gobierno de la Universidad ponga límites a la formación de personal sanitario en este País con el único criterio de “no me caben en las aulas”. Es cierto que una formación de calidad requiere de espacios adecuados. Pero no es menos cierto que el futuro de este País requiere de profesionales suficientes en número y capacidad.

            No parece de recibo que la Institución del País entre cuyos objetivos principales está la Investigación no haya justificado su decisión en un estudio sobre las necesidades de profesionales socio-sanitarios para Euskadi, en un horizonte de 10 o 20 años, en el cual pudiera sopportarse dicha decisión. Más bien al contrario. En este caso parece que es el Gobierno Vasco el que sustenta su posición en garantizar el relevo generacional en Osakidetza.

            Por otro lado, la actual situación de apretura en las aulas es fruto de dos decisiones adoptadas por el propio órgano de Gobierno cuya gestión dista mucho de las dosis de responsabilidad social que se debieran exigir a un órgano como el Consejo de Gobierno de la UPV-EHU. Por un lado, la inclusión del Grado de Fisioterapia en la oferta de nuestra universidad pública y, por otro, el no traslado de Enfermería o Fisioterapia a las instalaciones que hasta hace poco albergaban a la Escuela de Minas en Barakaldo.

La primera decisión, que es la que origina fundamentalmente la falta de aulas, se adoptó a finales de 2010, cuando la crisis ya había empezado a hacer de las suyas, previendo la construcción del nuevo edificio de la Facultad de Medicina, Odontología y Enfermería (ahora también Fisioterapia) para el 2015 en el polo Universitario de Basurto. Esta construcción está ahora retrasada al menos hasta 2017.

La segunda fue tomada a finales del año pasado, en plena crisis, a sabiendas del citado retraso y de las dificultades económicas que vive nuestro País y sus consecuencias han llevado a estudiar las posibilidades de llevar a cabo una ampliación de medicina en Leioa.

Resumiendo, no hay dinero para ir a Basurto. Como hemos creado Fisioterapia no cabemos en Leioa. Tenemos sitio en Barakaldo, pero no obligamos a nadie a que vaya allí. Estudiamos una ampliación de Medicina en Leioa, pero solicitamos una reducción del “númerus clausus”.

Un cúmulo de decisiones contradictorias, además de cortoplacistas. ¿Dónde está el análisis del futuro de la Sanidad en nuestro País?

En los últimos años estamos asistiendo a que cantidad de jóvenes, con unas notas brillantes en bachiller, se están viendo abocados a estudiar Medicina, Fisioterapia o Enfermería fuera de nuestra Universidad fruto de la escasez de plazas universitarias. Eso, o elegir una segunda opción dentro de nuestro Campus Universitario, por falta de medios económicos para poder salir del hogar familiar.

Pero lo grave del asunto es que, mientras esto sucede, nuestro sistema sanitario por falta de profesionales, se ha visto obligado a recurrir a personal  proveniente de países donde los requisitos académicos de acceso a la universidad son claramente inferiores a exigidos a  nuestros jóvenes hoy en día. Países incluso a los que hasta hace bien poco ni se les reconocía los títulos.

A pesar de la crisis económica, en Euskadi seguimos manteniendo un nivel sanitario de primer nivel. Pero, si queremos seguir en esta situación, necesitamos que nuestra universidad forme a los profesionales que vayan a prestar sus servicios en un futuro en Osakidetza y/o en los sistemas de protección sanitaria existentes en nuestro País.

Es necesario, en consecuencia, que tanto la Universidad del País Vasco como el Gobierno Vasco realicen una prospección en el futuro para determinar el número de profesionales que nuestro País debe encargar formar a nuestra universidad, con el objetivo de mantener el nivel de liderazgo actual en el ámbito socio-sanitario y así hacer una asignación eficiente de recursos presentes y futuros.

Frente a la necesidad de optar entre sanidad o ladrillos es posible que haya que invertir en ladrillos hoy (u ocupar los espacios vacíos existentes), para poder disfrutar en el mañana de una Sanidad como la actual o mejor, antes que obligar a algunos de nuestros jóvenes a abandonar Euskadi o a no formarse en la carrera por ellos deseada, cuando, a lo mejor, les necesitamos en el futuro en nuestro País.

Como he dicho al principio no era mi intención de hablar de economía, ni de presupuestos. Pero, ¿no es la asignación eficiente de recursos los que debe de informar la actuación de cualquier Institución Pública, incluida la Universidad?

3 comentarios:

  1. Respecto a lo que comentas que nuestra sanidad es de primera, siento discrepar. Pongo un ejemplo. Hace poco he tenido en Cruces a mi aita, un ictus. Hace tres años, mi abuela con hemorragias internas. El cambio en la atención, el trato, las pruebas, diagnósticos... ha sido brutal, por desgracia para peor. Siendo patologías distintas, el funcionamiento del hospital viene siendo el mismo.
    Esta bien que tengamos que apretarnos el cinturón, pero no a costa de la salud de los pacientes. Estoy de acuerdo en optimizar recursos y racionalizar gastos. Siempre que no vaya en detrimento del enfermo.
    Y sobre todo, qué necesidad tenemos familia y paciente de aguantar comentarios del médico responsable diciendo que "esto es un hospital público, podéis ir a uno privado" cuando se le pregunta por origen y secuelas del ictus. ¿Vamos a tener que hacernos seguro médico privado para que se nos diagnostique en condiciones??
    Los comentarios que vengo oyendo cada vez son más críticos con respecto a este hospital. Señores, ¿qué está pasando?

    En cuanto al descenso de matriculaciones en la rama sanitaria, me quedo perpleja. Siempre se ha dicho que la Facultad de Medicina de la UPV era una de las mejores del estado. Hay que mantener ese status privilegiado.
    100 plazas es un número demasiado elevado de un año a otro. Hay que investigar qué ha pasado para que la propuesta de reducción sea tan drástica. Instalaciones y equipo docente haberlos haylos. Si la universidad tiene problemas de financiación con los recortes motivados por la recesión, por qué reducir el número de alumnos matriculados y por tanto, ingresos por matrícula?

    Coincido contigo en que el problema de ambas instituciones es la asignación y añado gestión inteligente de recursos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Mónica por tu comentario.

      No era mi intención valorar casos concretos de nuestra sanidad pública. Malos profesionales existen en todos los ámbitos: en la televisión, en la economía y también en nuestra sanidad.

      Pero, si miramos cómo están otras Comunidades del Estado, e incluso cómo estaban antes de la crisis, veremos que, la nuestra era y sigue siendo de primer nivel. A pesar de algunos profesionales y a pesar de algunos recortes.

      Lo cual no debe hacernos pensar que todo está hecho y que no se pueda mejorar. Seguro que todavía existe espacio para la mejora, incluso con los mismos recuros. Todos podemos y debemos trabajar cada día para hacer nuestro entorno un poquito mejor.

      Por último no seré yo quien apoye la sanidad privada frente a la pública. Nunca se me ocurriría ir a un hospital privado en un caso de urgencia o para una actuación un poco especial. Ya me despedí en una ocasión del Director de un hospital privado de Bizkaia felicitándole por su hostelería. Los servicos sanitarios y la atención fueron, y me consta que siguen siendo, un auténtico desastre.

      Eliminar
    2. En respuesta a "En cuanto al descenso de matriculaciones en la rama sanitaria, me quedo perpleja. Siempre se ha dicho que la Facultad de Medicina de la UPV era una de las mejores del estado. Hay que mantener ese status privilegiado.
      100 plazas es un número demasiado elevado de un año a otro. Hay que investigar qué ha pasado para que la propuesta de reducción sea tan drástica. Instalaciones y equipo docente haberlos haylos. Si la universidad tiene problemas de financiación con los recortes motivados por la recesión, por qué reducir el número de alumnos matriculados y por tanto, ingresos por matrícula?"

      Te lo resome desde el interior de la UPV/EHU y concretamente de la FMO.

      No existe profesorado suficiente para cubrir todas esas plazas. Es asi de simple. Leioa esta bien dotado de personal y material, pero ya se encuentra al borde del colapso. A esto, hemos de sumarle que el 2º ciclo de Medicina se realiza en las Unidades Docentes de los Hospitales Universitarios. AQUI subyace el problema. Actualmente, con 280 alumnos, estos NO dan abasto, ni con practicas, ni con ESPACIO EN LAS AULAS, ni con nada. Imaginate entonces con mas alumnos. Son 100 menos, pero todo numero por encima de 220 es EXCESIVO. No entramos en los hospitales. Esta es la realidad

      Eliminar