miércoles, 29 de marzo de 2017

Un Monopoly para Lakua

El sábado pasado, cuando se cumplían veintiún meses desde que publiqué en este blog el artículo “Euskaltel: el bolsazo, recibí un correo electrónico en el que se me informaba de que se había hecho un nuevo comentario en el mismo. Firmado por José María Fernández el comentario decía: “Al parecer se inicia "nueva temporada" Euskaltel. Leo con sorpresa, en DEIA de hoy, que el nuevo fondo de inversión diseñado desde el departamento de industria del Gobierno Vasco, ya se orienta a Euskaltel como posible beneficiario (y van ....). Supongo que en esta ocasión se trata de retomar la participación perdida, a un precio exponencial respecto al de la salida anterior, y en beneficio de los actuales accionistas (otros fondos de inversión y equipo directivo).¡¡Que me lo expliquen, por favor, no lo entiendo!!

He releído desde entonces varias veces el artículo referido y ya su propio título “El fondo de Lakua invertirá fuera de Euskadi y en empresas vascas en Bolsa” creo que es merecedor de serias explicaciones por parte de la Consejera Arantza Tapia cabeza visible del Gobierno Vasco en esta operación que pretende constituir un Fondo de Inversión con una dotación inicial de 250 millones de euros.

Sinceramente no entiendo qué pinta el Gobierno Vasco jugando a invertir fuera de Euskadi, cuando el País está tan necesitado de inversiones dentro. Opino que los impuestos que pagamos religiosamente los ciudadanos vascos son para que nuestras instituciones nos provean de bienes y servicios públicos “aquí” y para que apoyen y fomenten el desarrollo económico de nuestra sociedad de manera que se genere riqueza y empleo para quienes vivimos y cotizamos aquí.  Si es necesario, por qué no, tomando participaciones estratégicas en empresas, pero siempre garantizando que el poder de decisión que aporten las cantidades invertidas estén en manos del Gobierno y que en el momento en que haya que desinvertir el proceso se haga de un modo irreprochable y a un precio real de mercado y no *por cuatro perras gordas” que decía mi abuela.

Sin embargo este tema, el del control del poder de decisión que aporten las cantidades invertidas, tampoco parece estar claro a día de hoy en la propuesta de la Consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras. El fondo, siempre según la transcripción de la noticia del diario DEIA, tendría como objetivo conseguir en el consejo un asiento que esté ligado “a lo local”. De este modo, el Gobierno, a través del fondo, podría conocer lo que ocurre en la empresa, sus necesidades y ayudaría en la gestión de la compañía. Pero, es que el fondo sería 49% público y 51% privado y ni tan siquiera “lo local” estaría garantizado todavía. El propio subtítulo del artículo señala que “El Gobierno trabaja en implicar a BBK, Kutxa, y Vital para que la iniciativa tenga una mayoría muy cualificada vasca”.

¿A estas alturas alguien piensa que el proyecto recibiría el apoyo de una sociedad bien informada? Pues si queda alguno que piensa que sí, supongo que se le quitarán las ganas cuando conozca los dos ejemplos que Tapia citó como posibles candidatos a entrar en la órbita de empresas participadas: Euskaltel y Aernnova.

De Euskaltel el Gobierno Vasco ya tuvo una participación del 7,45% que, sin embargo, malvendió en 2012 después de haberle adjudicado en un proceso sin opción a competencia y a un precio ridículo lo que es su principal activo: la red de fibra óptica. Una venta que no fue sino el primer paso para que los nuevos accionistas y el equipo directivo, que permaneció prácticamente invariable, pegasen el pelotazo del siglo con la salida a bolsa de la compañía el 1 de julio de 2015. Una operación que en su día llevó al Portavoz del Gobierno Vasco Josu Erkoreka, a manifestar que los incentivos cobrados por los directivos de la compañía (el pelotazo) chocaban con el modelo de empresa vasca que defiende el ejecutivo vasco. O sea, cinco años después de salirse de la compañía y cuando sólo han pasado dos desde el obsceno cobro de incentivos por la mayoría de los miembros que siguen conformando la dirección de la empresa, y de que tal hecho fuese reprobado por el portavoz del Gobierno Vasco, de entonces y da ahora, recriminando tales actuaciones como contrarias al modelo de empresa vasca que defiende el ejecutivo vasco, la Consejera Tapia propone volver a invertir Fondos Públicos en la Compañía a través de un Fondo de Inversión que, a día de hoy no es seguro que vaya a controlar. ¿De verdad hay alguien que opina que este asunto no requiere mayores explicaciones?

Pero es que el caso de Aernnova tiene algunos tintes similares. Su nombre seguramente no significará nada para mucha gente, sin embargo es posible que sí suene el proyecto de “las alas de aviones” que en su día fue apoyado decididamente por las instituciones vascas. Dicho proyecto, desarrollado por Gamesa, fue segregado de dicho grupo con el resto de proyectos aeronáuticos en Gamesa Aeronáutica y vendido en su totalidad en el año 2006 a un consorcio liderado por Caja Castilla La Mancha en el que también participaban directivos de Gamesa Aeronáutica. Una vez más alguien tiene una idea, se apoya por las instituciones vascas, se vende por los propietarios a capitalistas de fuera de la comunidad autónoma y, años más tarde, alguien se da cuenta de que su impacto económico en el territorio no es el que era antes y considera que es una entidad a controlar. ¡Buena vista!  Además, la Consejera comenta en el artículo de referencia que la adquisición de participaciones en Gamesa es cosa de otra galaxia. ¡Cómo no lo va a ser si cada vez que apoyamos un proyecto industrial suyo, que puede resultar estratégico para el País, aplaudimos su venta en vez de esforzarnos porque permanezca aquí! Es lo que ha vuelto a pasar con el proyecto de las palas eólicas. También apoyado por las instituciones y que empaquetado con el conjunto de Gamesa va a ser fusionado con Siemens el próximo mes de abril. Un acuerdo en el que aparentemente Gamesa sigue viva, pero Siemens se queda con el 59% del capital de la nueva Gamesa resultante. Con el aplauso de toda la élite empresarial con residencia en Euskadi. ¿Echarán de menos algunos ingresos nuestras instituciones dentro de unos años cuando la empresa fusionada vaya reconsiderando sus contratos de suministro para exprimir las sinergias de la fusión?

Hoy ha salido a bolsa Neinor Homes con un valor aproximado de 1.300 millones de euros. Esta empresa fue vendida por Kutxabank en 930 millones en 2015, posiblemente acuciada por la necesidad de hacer caja para paliar las consecuencias negativas de una nefasta fusión de las Cajas de Ahorro Vascas. Más de 350 millones de beneficio en 2 años. ¿Invertirá también el Fondo de Inversión presentado por la Consejera tapia en esta golosina?

Creo en la participación de las Instituciones Públicas Vascas en los proyectos estratégicos del País. ¡Por supuesto! Pero creo en unas participaciones directas, sin intermediarios, que estén y se controlen desde quien controla el Patrimonio de la Institución correspondiente y no por medio de fondos que diluyan la responsabilidad de cada cual. Participación en proyectos que garanticen prosperidad económica en forma de empleo y bienestar a los ciudadanos de este País, de modo que se puedan rentabilizar vía impuestos a largo plazo los recursos que desde el presupuesto de gastos se hayan destinado a las mismas. Pero no me estoy refiriendo a los impuestos por las plusvalías que por su venta puedan obtener sus accionistas, sino al IRPF, al IVA, a las cotizaciones a la Seguridad Social y un largo etcétera de recursos públicos que genera el bienestar de una sociedad. También creo que las fundaciones bancarias vascas (ex Cajas de Ahorros) deben adquirir participaciones en empresas punteras de sus respectivos Territorios Históricos, como lo hacían antes y no debieron dejar hacerlo. Contrastando los objetivos con el Gobierno Vasco y otras Instituciones Públicas, pero también desde la defensa de sus propios intereses y gestionando ellas mismas sus participaciones empresariales. Como creo en la participación vía crediticia de los bancos con arraigo en nuestra sociedad: Kutxabank y Laboral Kutxa. Implicación de todos, cada uno desde su responsabilidad, haciendo País entre todos.

Espero que en Lakua maduren mucho más este “globo sonda” (no quisiera considerarlo de otro modo) de compra de empresas con dinero, pero sin control, público. Si alguien quiere jugar a la compra venta de empresas que se compre un Monopoly, también tiene versiones locales (Monopoly Bilbao y recientemente, Monopoly Euskadi) e incluso una en euskera Euskopolis: la que ilustra este artículo. Pero, por favor, que no jueguen con nuestros impuestos.


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