La campaña electoral está dando sus últimos coletazos y,
como era de suponer, han vuelto a aparecer los ataques contra el autogobierno
vasco en general y contra el Concierto Económico en particular. Ataques
provenientes de las tres derechas que en este largo periodo preelectoral no han
tenido inconveniente alguno en instar públicamente al incumplimiento de una Ley
orgánica como el Estatuto de Gernika, ni en seguir mintiendo desde la ceguera
más absoluta (no hay mayor ciego que el que no quiere ver) sobre nuestro
particular sistema de financiación. Pero han sido los representantes de
Ciudadanos quienes más activos se han mostrado en esta pertinaz campaña en la
que se está jugando frívolamente con el enfrentamiento territorial. Inés
Arrimadas mostró su desconocimiento cuando se arrimó a hablar del Concierto en
el debate a 6 de Televisión Española e insistió con el mantra de la
insolidaridad y la opacidad del Cupo vasco a partir de un gráfico que nada
tenía que ver con el cálculo de este tributo vasco al Estado. Más espectacular
fue el cante de Toni Cantó en el debate de la Sexta Noche, en la que hizo uso
del mismo cartel utilizado por su correligionaria en Televisión Española. Cantó
fue incapaz de tirar de la, hasta ahora su profesión, y hacer uso de sus dotes
interpretativas para tratar de salir al paso su desconocimiento absoluto no ya
del Cupo, sino del sistema de financiación de las Comunidades Autónomas. Ese
sistema que afecta directamente a la Comunidad del País Valenciano y del que
como pretendiente a su presidencia debiera cantar alabanzas el artista Cantó,
si no fuera porque lo desconoce, como dejó en evidencia el candidato del
EAJ-PNV Aitor Esteban, y porque es un sistema mucho más oscuro e injusto que el
Cupo al que critica sin afectarle.