“El
primer martes después del primer lunes” deparó el inesperado triunfo de Donald
Trump en las elecciones de Estados Unidos, el mes pasado Colombia rechazó el
acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC que ponía fin a más de 50 años de
conflicto armado, anteriormente la mayor parte de Europa y gran parte del Reino
Unido quedó estupefacta ante la decisión de los británicos de votar sí en el
referéndum en contra de su permanencia en la Unión Europea. Llevamos ya una
temporada importante en la que los medios de comunicación y las empresas
dedicadas a la demoscopia ven como sus predicciones son rechazadas, una tras
otra, cada vez que ciudadanos de diversas partes del mundo son citados a las
urnas. ¿Será que el virus del atolondramiento se ceba con los ciudadanos que
van a votar? ¿Y si es que no?
Pasó
también en las últimas elecciones generales donde las empresa dedicadas a los
sondeos pronosticaron un sorpaso de Podemos que no fue tal. Salvo en las
elecciones vascas, hace tiempo que nadie es capaz de pronosticar con un nivel
de acierto aceptable los resultados en una cita electoral. Es tal la situación
de incertidumbre continúa con los sondeos que también en los Estados Unidos
había quienes planteaban en los días previos a la elección que quizás las
encuestas esta vez tampoco acertarían. Y así fue.